Nombre: Norah
Apellido: D'Urso
Apodo: Rah
Grupo/Ser: Nefilim
Arma preferida: La guadaña
Edad Real: 17
Descripción física: Metro setenta y cinco, sus cabellos son de color rubio claro con mechas negras, longitud hasta la cintura. Sus ojos son de un azul claro como el color del hielo, pero sus ojos no demuestran frío, son los más cálidos que te pondrías encontrar. Suele vestir con las prendas negras de los cazadores de sombras, pero cuando no tiene el equipo, combina la los colores con el negro, pero nunca lleva colores chichones. Guapa, esbelta y delgada, da igual lo que si pusiera, siempre le resaltaría su figura. Sus habilidades físicas son muy buenas, su punto fuerte es la flexibilidad y la rapidez de sus ataques. Labios finos, pestañas largas negras y cejas finas.
Descripción psicológica: Inteligente, astuta, agradable, educada, compasiva cuando tiene que serlo, impulsiva. Cariñosa y agradable. Les gustan tanto los mundanos como los subterráneos, pero si alguien la trata mal seria muy raro que le agradaras. Es cabezota, no les gusta las injusticias, no hace mucho caso a la clave, suele infringir las reglas según como le convenga, ya que no le gusta que le den ordenes. Nunca te mentira, si lo hace será por razones muy grandes.
Debilidades o temores: Algunas veces tiene vértigo
Historia:
Nació y se crío en Italia. Es hija de los antiguos directores del Instituto de Roma. Como todo cazador de sombras se le dieron sus primeras marcas, mientras que le enseñaban a usar las armas y como reconocer a un demonio y como matarlo. En esos aprendizajes consiguió perfeccionar su técnica con la guadaña. Su madre le enseño los diversos idiomas que ella sabia. Sabe hablar su idioma materna, que es el italiano, francés, ingles y español, sabe hablarlos sin acento. Su vida era la normal para un cazador de sombras, preocupándose si sus padres volverían o no de una misión. Pero esa preocupación le fue disminuyendo cada vez más, seguía preocupándose pero ya no tanto como cuando era una niña. Cuando a penas había cumplido los diecisiete, tuvieron que viajar a Idris, al parecer todos los cazadores de sombras tenían que reunirse para hablar sobre Valentine, los padres se sorprendieron bastante al saber que no había muerto. Hubo una gran lucha, tanto como niños, ancianos y cazadores de sombras murieron en la batalla contra los demonios de Valentine, entre ellos sus padres. Al no ser mayor de edad tuvo que quedarse con los niños y los ancianos protegiéndolos de algunos demonios que pasaban de camino. Sus padres fueron enterrados en el Cementerio Marble, le hubiera gustado llorar, pero no lo hizo, pensó que si padres podrían verla, la verían feliz y avanzando y así fue como lo hizo. Al no tener la mayoría de edad fue enviada al instituto de Nueva York, sus tutores legales serían Robert y Maryse Lightwood.